miércoles, 22 de mayo de 2019

Capítulo 7. Terror en Freeport


El grupo de aventureros continúan su camino en dirección al templo de Boccob con la esperanza de que no sea demasiado tarde, al llegar ven aliviados como el templo no ha sido atacado, por lo que Egil se apresura para informar a su líder del inminente peligro.
Sumo Sacerdote Thuron

Al poco tiempo encuentran a un viejo clérigo caminando entre las habitaciones de los acólitos de Boccob, Egil lo llama: “¡Sumo sacerdote Thuron, Maestro Thuron! Necesito hablar con usted”
El viejo clérigo sorprendido por la intromisión, les pide moderación y luego invita a Egil y a sus acompañantes a su oficina, allí Egil le informa de todo lo acontecido y del peligro al cual el templo tiene esta noche, Thuron confiando en las palabras de su discípulo convoca a los clérigos del lugar  y en el centro del edificio exclama a todos: “señores fuentes me informan que el día de hoy los enemigos del templo atacaran sin piedad nuestra sede, debemos levantarnos en armas, preparen sus bastones, debemos sobrevivir esta noche, los que puedan inicien sus hechizos de protección”
Luego se dirige a nuestros héroes y les susurra:
“Ustedes si quieren pueden irse, pero es mejor que no abandonen el templo ya que la ciudad se convertirá en una masacre, si pueden ayudarnos a defender el templo los recompensaré”
Al escuchar de una recompensa Tauriel y Adgamis no se lo piensan dos veces, por lo que aceptan de inmediato, las causas de Jon Azgheda y Guts son más nobles, pero igual aceptan el llamado, por lo que con la dirección de Thuron el grupo se distribuye alrededor del templo, Jon con su arco se aposta en una de las torres para ver mejor, mientras Adgamis se aloja en la otra torre junto con un clérigo, Guts y Tauriel se colocan con varios de los acólitos en los extremos de la sala y por ultimo Azgheda se queda en el centro cerca de Thuron y Egil.

Cuando el grupo se encontraba en posición, varias siluetas se acercaban al templo, gritos en las calles se escuchaban en la distancia, Jon observaba como incendios inician en los alrededores mientras las monstruosas serpientes humanoides ingresaban al lugar.

En el momento, Azgheda ve como una clériga se acerca al sumo sacerdote y con un alfajón que tenía escondida bajo sus ropas lo intenta atacar, Azgheda se interpone en el ataque sufriendo el daño, mientras la mujer se burla y transformándose en una mujer serpiente exclama: “Tonta, jamás podrás detener a la hermandad del signo amarillo” luego da la orden del ataque y varios clérigos atacan a sus compañeros.
Entre toda esta confusión los hombres serpiente  empiezan a diezmar el grupo de clérigos, dejando muy pocos de los acólitos fieles del templo, Thuron al ver esto, ataca a los clérigos traidores, mientras Egil brinda auxilio a Azgheda.
Adgamis dispara sus rayos abrazadores en contra de los hombres serpiente, mientras Jon se ve rodeado por clérigos traidores del templo, Guts con toda su maestría defiende a unos pocos clérigos de Boccob de los hombres serpientes que llegan por decenas, mientras Tauriel se escabulle entre la pelea y se dirige a una de las columnas.



En la cruenta batalla se intensifica cuando la mujer serpiente lanza un hechizo de miedo al guerrero quien huye despavorido al ver a tantos hombres serpiente, Azgheda se levanta de un salto y con sus fulminantes golpes logra acertar a la líder de la hermandad, quien con furia le devuelve el ataque.
Jon lanza sus flechas contra todo lo que se mueve, ya que considera a todos los que tiene cerca como enemigos, finalmente el pobre arquero es abatido por una flecha de fuego lanzado por un hombre serpiente, con muchos cuerpos aliados caídos y las fuerzas del mal en control del templo, Adgamis convoca los poderes de su bastón y da nuevas defensas a sus aliados, esto le viene bien al guerrero quien salva de sus temores y con un giro de su espada aniquila varios de los hombres serpientes a su alrededor.



Tauriel aprovecha para salir de su escondite y le propina una estocada en la espalda a la mujer serpiente, pero esta no cae y Tauriel es mordida por varios de los hombres serpiente quedando a las orillas de la muerte.
Con dos de nuestros héroes caídos, Egil intenta curar las heridas a Tauriel, mientras Guts aparta a los hombres serpiente de la chica, Azgheda continúa sus golpes consecutivos a la mujer serpiente, mientras Adgamis usa su último rayo abrazador para eliminar al cultista que queda.
Los hombres serpientes tienen a merced a Adgamis quien es la siguiente en caer, pero uno de los clérigos la defiende derrotando a cuatro de sus contrincantes solo con su voluntad y la dureza de su ya roto bastón, Guts deja a Tauriel al cuidado de Egil y se dirige a seguir descabezando a los hombres serpientes que se encuentran alrededor de la elfa.
Al ver que los héroes eran más duros de lo que pensaba, la mujer serpiente da la orden de retirada, pero los ataques de Azgheda dejan que la mujer caiga inconsciente, al final solo dos hombres serpientes quedan en el lugar y estos intentan huir, pero la fuerza de Guts detiene su acto cortando a ambos seres por la mitad.
Una vez terminada la batalla, Thuron y los clérigos restantes incluyendo al valiente joven que salvo la vida de Adgamis y el sabio Egil estabilizan a nuestros héroes Jon, Adgamis y Tauriel, una vez juntos Thuron solicita a Egil que junto con los otros clérigos sobrevivientes revisen el lugar y apilen a los muertos para dar su digna sepultura, luego se dirige a los héroes y les dice: “Acompáñenme”
Thuron los conduce a las catacumbas del templo y mientras camina les va diciendo lo siguiente
 “Amigos, debo hacerles una confesión, les he mentido a todos ustedes, pero lo he hecho con las mejores intenciones, solo quiero que tengan presente que no formo parte del mal que vieron con los cultistas del signo amarillo”
Dicho esto, Thuron coloca sus manos en una lápida la cual la abre y en su interior se encuentra el cuerpo de THURON, nuestros héroes n o lo pueden creer, cuando levantan la cabeza en lo que era la persona que les estaba hablando, ven a un hombre serpiente diciéndoles “Como pueden ver yo no soy Thuron, mi nombre es KStallo, y soy el ultimo sacerdote del templo de Yig, pueden considerarme como su aliado”

KStallo les dice a los héroes que su orden no pertenece a la hermandad del signo amarillo y les menciona del nacimiento de las islas que ahora es Freeport, luego que su raza intentara convocar al Dios innombrable provocando una inundación que destruyó todo su continente llamado Valossa, luego menciona: “No todos los hombres serpientes fueron destruidos en el cataclismo, los cultistas de la hermandad sobrevivieron, pero también algunos de mi clero, nosotros nos escondimos en las montañas de Abbor –Alz durante siglos, la mayoría se convirtió en simples animales y otros se unieron al signo amarillo, sin embargo hace años Lucius nos encontró en uno de sus viajes, el aprendió de nosotros sobre la comunión de Yig, cuando se despidió de nosotros, decidí seguirlo disfrazado como un humano, conviví con Freeport como un pescador hasta que hace cuatro me encontré con Lucius y lo noté diferente, lo seguí hasta el templo sin que el supiera luego note como Lucius salía del templo con unos pergaminos con dirección a los muelles.
Al escabullirme en el templo, noté que en la oficina del sumo sacerdote se encontraba el cuerpo de Thuron muerto por degollamiento con lo que pudo ser una daga, así que tome una decisión, tomé la apariencia de Thuron y decidí dedicarme a estudiar los pergaminos del templo de Boccob para saber de los misterios del innombrable.
Hace poco cuando Lucius fue rescatado por ustedes decidí escabullirme en su casa y tomar el pergamino que Lucius tomo hace tiempo, al parecer Egil me vio y creo que lo asusté, por lo que pido disculpas por ello”

Al principio los héroes se encontraban escépticos, pero luego de escuchar la historia y de la sinceridad del clérigo decidieron confiar en él, KStallo les pide disculpas por su falta de atención y por permitir que su propia raza se infiltrara de esa forma en la ciudad, Tauriel aprovecha para sacar el libro que fue encontrado en las cloacas y le pide al nuevo aliado el traducirlo, por lo que el sacerdote de Yig asiente y lo lee en voz alta:
-Esta tarde, el canciller Verlaine y los clérigos del templo del dios Boccob fueron asesinados, los culpables fueron los aventureros que descubrieron las cuevas el mes pasado, después de una investigación por el consejo y la guardia, hemos discernido la verdad.
El jefe del consejo, gran sirviente de la ciudad de Freeport, escucho rumores de actividades sacrílegas realizadas en el templo del dios del conocimiento, por lo que contrató a los mercenarios para investigar, estos descubrieron que el alto sacerdote Thuron escondía a los cultistas del signo amarillo, un grotesco culto de hombres serpiente conocido como la hermandad del signo amarillo, los mercenarios se unieron al templo y se convirtieron en sus devotos ayudantes siempre que hubiera muchos tesoros.
La hermandad aceptó siempre que asesinaran al Canciller Verlaine, sin embargo luego del asesinato la hermandad se rehusó a entregarles el dinero al grupo, por lo que los mercenarios en un arranque de furia asesinaron a los cultistas en una sangrienta batalla-
Al cerrar el libro la cara de KStallo cambia, dice con mucha seguridad: “Este libro es mentira, amigos debemos tener mucho cuidado, en especial con la persona a la que va dirigido este libro, quien no es otro que el mismísimo señor del mar Milton Drac
¿Qué les deparara a nuestros aventureros, luego de haber salvado el templo?
¿Quién estará detrás de todo este complot?
¿Cuál será la verdadera función del faro que se va a inaugurar dentro de poco?
¿Tendrá algo que ver el líder de la ciudad con la hermandad del signo amarillo?  
Muchas preguntas serán respondidas, pero por ahora nuestros héroes deben recuperar sus fuerzas.

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